Alimentando otros modelos

Desde el curso 2013/14, FUHEM ha transformado los comedores escolares de sus tres colegios, Hipatia, Lourdes y Montserrat, gracias a este proyecto de enseñanza-aprendizaje. Apostar por un modelo alimentario justo, sano y sostenible, logra la transformación del conjunto de la comunidad educativa: alumnado, profesorado, personal de sala y cocina, familias e incluso otros actores del barrio donde se localiza el colegio.

Este proyecto, que ha sido pionero en la Comunidad de Madrid, se estructura en tres bloques:
• Convertir el comedor escolar en un comedor ecológico y saludable.
• Crear grupos de consumo agroecológico entre familias, profesorado y personal del colegio.
• Educar a toda la comunidad educativa en un modelo alimentario agroecológico.

El video que ofrecemos a continuación resume los principales hitos del proyecto.

¿Por qué usar la alimentación como vector educativo?

El modelo alimentario es fundamental en una educación emancipadora por, al menos, cuatro razones.
1. El sistema agroalimentario industrial es uno de los principales agentes de la crisis global: su alto impacto ambiental con fuertes consecuencias sociales contrasta con la agroecología que genera mundos rurales vivos.
2. La alimentación permite abordar temas importantes en la formación escolar: se trabaja la psicomotricidad, se potencian los sentidos, las normas de convivencia, etc.
3. La crisis múltiple en curso (energética, material, climática, de biodiversidad, económica, cultural y política), supone un gran cambio civilizatorio: habrá que participar directamente en el sistema alimentario. La educación ha de dotar de herramientas al alumnado para comprender y estar en el mundo, y también para ser un agente de cambio activo.
4. La comida es algo muy importante en nuestra vida. No podemos desperdiciar este potencial que podemos usar con fines didácticos.

Cambiar los ingredientes en un comedor escolar lo cambia todo

En FUHEM, hemos modificado los ingredientes, usando materia prima de cultivo ecológico, de temporada y de cercanía (de origen peninsular), para los productos que no son de origen animal (carnes, pescados, huevos y lácteos), y el pan. Promovemos dietas más saludables mediante la reducción de la ingesta de proteína animal, azúcares y grasas en todos los platos y, además, dos veces al mes el menú carece casi al completo de ingredientes de origen animal. Los mismos cambios los hemos trasladado a los desayunos, almuerzos y meriendas que se realizan en nuestros centros.

Esto ha sido posible gracias al reciclaje de los equipos de cocina y de sala, la reorganización de los menús y a la participación y complicidad de las familias y el alumnado. No ha supuesto problemas con la seguridad del suministro ni incremento de precio sustancial.

Crear sentido en la comunidad educativa

El corazón de la alimentación infantil se encuentra en los hogares. Por ello, hemos facilitado la creación de grupos de consumo en los que profesorado, personal de administración y servicios, y familias puedan hacer su compra. Estos grupos ponen en contacto directo a productores agroecológicos con consumidores para llevar al hogar la misma calidad de productos que se consumen en el colegio a un precio similar al de los alimentos agroindustriales.

Esta iniciativa está generando otros cambios. Los centros escolares cobran más sentido para las familias: se unen los discursos críticos con prácticas coherentes; el colegio y el barrio se conectan; el centro es un espacio de encuentro igualitario entre familias y profesionales; se favorece una herramienta de conciliación familiar, pues se recoge la compra a la vez que se recoge a la prole.

En el centro del aprendizaje escolar: las aulas

Lo que se vive alrededor de los platos se lleva al aula, donde están los aprendizajes que el alumnado percibe como importantes. Al decir aula incluimos huerto, un espacio que permite trabajar muchos contenidos de forma motivadora, significativa, vivencial y desarrollando las inteligencias múltiples. Y mucho mejor si el huerto, en lugar de escolar, es comunitario de barrio pues abre más potencialidades.

¿Qué contenidos estamos abordando? Los impactos socioambientales de la agroindustria, y el valor transformador de la agroecología y sus prácticas concretas.

De cara al futuro

“Alimentando otros modelos” es un proyecto vivo y en constante evolución. Tenemos retos como introducir productos ecológicos de origen animal, aplicar un criterio de compras no solo ambientalmente responsable, sino también con mayores estándares sociales, o aumentar la capacidad educativa del proyecto con el conjunto de la comunidad escolar.

Materiales para avanzar, saber y ser más

Con el fin de facilitar la tarea al profesorado y contribuir a que este modelo se amplíe a otros centros escolares, FUHEM, en colaboración con Garúa, ha desarrollado diversos materiales.
– Díptico informativo del Proyecto “FUHEM: alimentando otros modelos”. (Ir al enlace en pdf).

– Seis carteles sobre agroecología pensados para público escolar titulados: “Agricultura ecológica”, “Los alimentos locales”, “Del campo al plato”, “Alimentos de temporada”, “Alimentos más saludables” y “¿Qué podemos hacer en un colegio?”
(Materiales descargables en: https://tiempodeactuar.es/blog/paneles-sobre-agroecologia/

– Alimentar otros modelos. Propuesta de actividades.

Además hemos editado algunas publicaciones que están a la venta en nuestra librería: Alimentar otros modelos. Guía didáctica y La agricultura ecológica en el currículo de Hostelería de Formación Profesional. Un enfoque transversal.